miércoles, 4 de marzo de 2015

La visión del líder en los equipos de trabajo

Por Hernán Alvarado (halvarad@ucla.edu.ve)



Cuando buscamos las causas del buen o mal rendimiento de un equipo de trabajo, revisamos muchos factores que pueden haber favorecido o afectado el mismo, y por lo general, nos enfocamos en lo que es más visible, la organización, comunicación de sus miembros, el compromiso, las capacidades individuales, cohesión, en fin, son numerosas las posibles causas que conllevan al éxito o fracaso de un equipo de trabajo. Sin embargo, a través de la observación  y seguimiento de diversos equipos de trabajo, tanto  en el ámbito académico como organizacional, encontramos que un factor decisivo y de mucho peso, es el comportamiento del líder o los líderes de dichos equipos. Es decir, la elección de un líder en un equipo, es de vital importancia. La experiencia en esas observaciones, nos revela que el resultado de la gestión de los equipos, en gran medida depende del rol que desempeña el líder.
Ahora bien, si pensamos que existen equipos cuyos miembros están suficientemente capacitados para la tarea a ejecutar y que además, poseen características notables en cuanto a comunicación, colaboración y otras, podríamos esperar que ello constituya un factor determinante para que su rendimiento sea superior, no obstante, en la práctica no lo es. Entonces, todo apunta a la actuación del líder del equipo y en ese contexto, se deben conocer algunas cualidades fundamentales antes de la elección de dicho líder. Generalmente, los líderes se escogen por afinidad, por carisma, o porque sus pares lo consideran con mayor capacidad y conocimiento que los demás, lo cual no siempre es lo correcto.
En el liderazgo, tener una visión es muy importante, y se debe trabajar sobre ella para convertirla en realidad. El líder debe poseer esa cualidad: tener visión, y más aún, presentarla en forma clara y en todo momento a los miembros de su equipo. Esa visión, sumada a las otras características ya mencionadas, son factores claves en el miembro del equipo que asumirá el liderazgo.
Surge la pregunta entonces, ¿cómo se detecta todo eso en un individuo?
En la mayoría de las personas, se aprecian con claridad sus cualidades para liderar un equipo, por sus acciones, sus logros, su competencia y sus actitudes, lo que sin duda conduce a su elección. Sin embargo, se desconoce si es un líder visionario o no. Para ello, es recomendable entonces, que todos los miembros del equipo se reúnan y discutan hacia dónde quieren llegar, cómo se ven al finalizar la tarea o proyecto, y luego, construir una visión.
Así, cualquiera de ellos (que además posea las cualidades antes mencionadas),  podrá fungir como líder del equipo de trabajo y de esta manera, aumentar considerablemente las posibilidades de obtener resultados satisfactorios al finalizar sus actividades, puesto que cada uno de los miembros trabajará en función de unos objetivos claros y comunes, evitando las distorsiones propias que se presentan en la función administrativa de los equipos de trabajo, como manejo de conflictos, reuniones, colaboración y otros.

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